1ª generación de antihistamínicos, etanolamina, con moderada sedante y marcados efectos antimuscarínicos. El último podría disminuir la producción de prolactina, lo cual es importante para la producción de leche, especialmente en las primeras semanas. Sus datos farmacocinéticos (alto volumen de distribución y el alto porcentaje de unión a proteínas plasmáticas) explicar el insignificante excreción observado en la leche (Kok, 1982). Sin embargo, hay un caso publicado de un 10 semanas de edad, los bebés que muestran signos de letargo, irritabilidad y rechazo de la alimentación, aunque la madre se llevó a la fenitoína y la carbamazepina además de clemastine. No hay niveles de clemastine fueron detectados en la chica