Se excreta en leche materna en cantidades que pueden ser clínicamente significativa y puede ser tan alta como la mitad de la alcanzada en la madre de plasma y hasta un tercio del nivel terapéutico en el bebé. En bebés y recién nacidos (5 días), los bebés prematuros y deshidratado o lactantes infectados, que pueden mostrar disminución en el aclaramiento de los mecanismos de litio, ha habido informes de claros signos de toxicidad por litio causada por la ingestión de la leche materna: cianosis, letargo, hipotonía o ligero aumento de la TSH. Sin embargo, hay numerosos casos de los bebés cuyas madres estaban en litio que no muestran ninguna clínica, el crecimiento o del desarrollo neurológico problema en el corto o largo plazo. La lactancia materna es menos riesgoso para los recién nacidos a término sanos de madres que son tratados con litio cuando ella o su familia tiene la capacidad suficiente para vigilar la aparición de efectos adversos, la supervisión médica y, cuando sea necesario, el seguimiento de los niveles de litio en la díada mamá-bebé. Las madres deben dejar de tomar litio de 1 a 2 días antes del parto o de la cesárea, con el fin de disminuir los niveles plasmáticos en el recién nacido. El litio puede ser, o no, una causa del aumento de la Prolactina y galactorrea.